El paso de los años y la explotación minera de estas rocas ha convertido este paraje en algo increíble.
Me imagino a los romanos que llegaron aquí y se encontraron con esta mina de oro de la que no dejaron más que los huesos, a base de la explotación de no se cuántos esclavos desde los siglos II al IV.
Esta antigua mina es ahora, como resultado de siglos de historia, este incomparable paisaje que son Las Médulas.
En estos impresionantes picos se excavaron km y km de galerías interiores, con impresionantes construcciones auxiliares (como acueductos para que llegara el agua que servía tanto para excavar como para limpiar) dejando como resultado pasadizos, aristas, túneles y cuevas en las que perderse.
Lo que todavía hace este lugar más especial es la luz, cuando el sol da de pleno sobre esas rocas se crea un contraste entre las que están iluminadas y las que no.
Una mezcla entre el color a veces naranja y otras dorado de las rocas y el verde de los árboles que es…mágico, tanto que en 1998 la UNESCO declaraba el yacimiento de Las Médulas, Patrimonio de la Humanidad.
El oro que se sacaba de aquí (que tiene pinta de haber sido mucho) se enviaba a Astorga (Asturica Augusta) la capital de la comarca de la Maragatería, donde en invierno (obligatoriamente) y en verano (si uno es valiente) puede comer el famoso Cocido Maragato.
Además la ciudad está dentro del camino de Santiago y tiene varios monumentos muy interesantes como El Palacio Episcopal de Gaudí, que para los apasionados de Gaudí, es la guinda a un perfecto día de turismo por la provincia de León.
¿Dónde está?
Precioso sitio. Siempre me han hablado mucho de el cuando he estado en León, pero nunca he estado
Cuando vuelvas nos hacemos una excursión Raúl!